Suicidio – Eutanasia

Adolescente deprimido con idea de suicidio

Queridos, es un tema arduo el que planteáis. Si bien comprendemos que solamente el Gran Espíritu tiene la potestad para privar la continuación de una vida, es menester comprender cuáles son los motivos que se hallan detrás de tal decisión; existen motivos culturales, existen motivos de consciencia, existen motivos de huida -jamás debe huirse del plano físico o de cualquier otro plano para evadir la propia responsabilidad-. No obstante, cuando hay una consciencia superior que lleva al entendimiento del Ser que ese es el momento adecuado, y esa es la actuación adecuada, ¿quiénes somos nosotros para juzgar? ¿Para ir en contra de ese libre albedrío?

Cierto es que cada Ser ha de rendir cuentas ante el Gran Espíritu de su paso por la tierra, así como de todas sus acciones, así como de todos sus pensamientos, pero ese rendir cuentas jamás implica un castigo por la decisión tomada; lo que implica es una invitación a una mayor consciencia, a una mayor comprensión de la importancia que es estar vivo. De la importancia de las diferentes pruebas que han de acontecer a cada persona en su paso por el planeta. Sabed que siempre todas aquellas pruebas que os acontecen están hechas a vuestra medida y que todos tenéis la facultad para trascenderlas… (Se produce un silencio)… Disculpad la interrupción, pero especialmente hoy el instrumento se halla especialmente rebelde. Sabed que el amor tiene que ser siempre aquello que rija vuestros caminos, el amor tiene que ser vuestra máxima. Es lo que debe influir en vuestras decisiones… No hay nada malo en la muerte compasiva porque aquello que el ser espiritual no aprenda en el cuerpo físico, cierto es que podrá aprenderlo en su estado espiritual puro. Al fin y al cabo todo es aprendizaje, todo es evolución, todo es comprensión. La vida es un regalo, incluso la enfermedad contemplada desde el punto de vista espiritual es también un regalo, porque es la oportunidad de experimentar niveles de consciencia que no pueden ser experimentados de otra manera. El sufrimiento es necesario. No significa que sea imprescindible; pero es también el sufrimiento una de las vías existentes para llegar a la iluminación.

Excusadnos por nuestra breve intervención de hoy. Permitidnos que armonicemos la energía, los cuerpos de este hermano. Prometemos en un futuro seguir tratando este tema porque sabemos que vuestra necesidad es real y emerge desde el corazón y desde la sed del conocimiento.

Quedad en paz.

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